Junto a la tortuga teníamos todo lo que íbamos a necesitar para prepararle su confortable casita; una tortuguera, una pastilla de calcio, un calentador de agua (ya que es una falsa mapa y necesitan vivir en agua caliente), un bote de comida, otro de chucherías, etc...Así que una vez que hemos preparado todo solo nos quedaba decidir el nombre, han salido tres a elegir; Herminia, caperucita y tortuguina. Por absoluta mayoría ha salido el nombre de Herminia.
Hemos estado muchos/as de nosotros/as muy pendientes todo el día de Herminia, y ella muy salada estiraba el cuello para mirarnos con atención.
¡Mirar y conocer todos/as a nuestra nueva amiga!
Dejo aquí señaladas algunas de las razones por las que resulta positivo tener una mascota en clase (sacado de una página web)
"La responsabilidad y cuidado compartido hacia el animal, da a los niños y jóvenes las herramientas para
desarrollar una serie de actitudes de respeto y conocimiento del mundo animal y del papel tan importante que cada uno representa.
Otorga sentido de propiedad y pertenencia muy necesarios para la convivencia. Jugar, compartir y aprender está garantizado.
Los beneficios psicológicos y físicos que brindan las mascotas de aula están dados por las interacciones que se establecen y que causan influencia directa en la concentración y estimulación, ya que se marcan pautas de trabajo
que invitan de una forma placentera a responsabilizarse por la buena salud y bienestar de otro ser vivo. Esto crea sensibilidad y empatía hacia otros seres diferentes y con una vulnerabilidad digna de cuidados y esmeros."
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